Historia macabra

Historia macabra (ghost story, 1981, USA)
Dirección: John Irvin
Productora: Universal Pictures
Guión: Lawrence D. Cohen, basado en una novela de Peter Straub
Música: Philippe Sarde
Fotografía: Jack Cardiff
Género: Fantasmas truculentos con las tetas al aire
Intérpretes: Fred Astaire (exacto, el hombre del baile), Craig Wasson, Alice Krige, Melvyn Douglas, Douglas Fairbanks Jr., John Houseman
Sinopsis: En un pueblo de Nueva Inglaterra existe un club gastronómico formado por cuatro ancianos que, en lugar de hartarse de comer, se cuentan historias de terror que son pa cagarse vivo (pues sí que me han salido morbosos los yayos). Y claro, con tanto cuento de susto al final por la noche tienen unas pesadillas de campeonato y así no hay quien concilie el sueño. Un mal día, el hijo de uno de los socios del club muere en extrañas circunstancias (se cae por la ventana y se le ven los huevecillos) y entonces los cuatro abuelos se ponen a la defensiva, porque se dan cuenta de que no ha sido una coincidencia sino que un fantasma se los está cargando uno por uno. ¿Quién es el espectro? ¿por qué está atormentando a los pobres ancianos? ¿es que acaso odia a la gente viejuna? ¡Si quieres respuestas ve la película, chacho! Lo único que te digo es que el fantasma es una tía y está muy buena a nivel físico-molecular.

"Historia macabra" es una de esas películas atípicas y extrañas que, sin ser obras maestras, permanecen en la memoria del espectador por la sutil truculencia de sus imágenes y situaciones. Tal como promete su título original, estamos ante una correcta historia gótica de fantasmas, con sus maldiciones generacionales, sus espectros vengativos, sus casas encantadas y sus putrefactos esqueletos en el armario (tanto literal como figuradamente), que por medio de risas siniestras, gritos desgarradores y sustitos de sopetón, pretenden acojonar al respetable público. Ajena a la corriente exploit de psychokillers halloweenienses ("Viernes 13" se estrenó dos años antes), "Historia macabra" sigue la senda retro iniciada por "El Resplandor" de Stanley Kubrick en 1980, intentando actualizar las viejas historias de fantasmas del siglo XIX en un contexto moderno y sin obviar (y esto es de agradecer) la fuerte carga sexual implícita de estos aparentemente inofensivos cuentos de terror.
El guión de la peli, firmado por Lawrence D. Cohen, pretende simular el esquema literario de la novela a la que adapta, por ello está lleno de flashbacks y situaciones en las que aparentemente no ocurre nada pero que son fundamentales para crear la atmósfera siniestra. Por eso aviso que el ritmo de la película es lento y que las escenas de terror per se son escasas (pero son muy impactantes), primando las escenas dramáticas (drama siniestro, apostillo) a las terroríficas. Fiel a su título, la película está formada por varias historias de fantasmas (que se entrelazan y poseen un mismo origen) ocurridas en diferentes épocas, las cuales condicionan fatídicamente el presente de los protagonistas. La represión sexual, el odio ciego y el deseo de venganza son los protagonistas del film y marcarán el planteamiento, nudo y desenlace de la película. A lo largo de la trama hay desplegadas numerosas pistas desconcertantes que sólo cobran significado cuando, en la recta final de la película, se resuelve el misterio y mientras llega la explicación, inquietan al espectador cosa mala (o buena, según se mire). La historia que cuenta no es muy original precisamente, aunque tampoco le hace falta porque el objetivo del director es reproducir a modo de homenaje los puntos fuertes de los cuentos de miedo góticos.
El elenco de personajes (en su mayoría masculinos) está formado por dos generaciones diferentes que comparten un deseo sexual reprimido y tortuoso. La generación de los ancianos está sumida en una tensión perpetua debido a un pecado sexual del pasado y tiene un montón de recuerdos reprimidos que la atormenta. Quizás por este motivo la sociedad gastronómica tiene esa afición morbosa por los cuentos de terror, para mitigar y a la vez refocilarse de alguna manera con aquello que intenta olvidar. Despúes tenemos la generación de los hijos, personificada por el personaje interpretado por Craig Wasson, que también vive reprimida sexualmente y que cuando aparece un espectro promiscuo que le concede todos sus deseos picantes, pierde la cabeza y se pasa todo el día en la cama retozando. Eso sí, cuando llega la hora de comprometerse, si te he visto no me acuerdo. La primera generación tiene miedo a asumir su verdadera sexualidad (gay o hetero) mientras que la segunda generación se deja arrastrar por el sexo desenfrenado (quizás porque también tiene miedo a asumir su sexualidad). Además de este análisis freudiano, podemos hacer también una interpretación en clave de lucha de sexos, en la que los hombres, debido a su ignorancia y brutalidad, perjudican a las mujeres, que lejos de ser figuras indefensas, poseen más valor y fuerza que los hombres y se rebelan contra la dominación velada masculina. Cabe destacar que los personajes masculinos del film están dominados por el miedo y la inseguridad, mientras que los personajes femeninos son seguros y decididos. Pero tampoco nos pongamos culturetas, que va a parecer que para ver la película hay que coger apuntes y todo.
De todos los personajes del film, destaca por méritos propios nuestra querida fantasma sexual, interpretada por Alice Krige, una actriz con una belleza atípica que casa muy bien con su papel de ánima en pena con la capacidad de pasarse por la piedra a los hijos de quienes la condenaron. Es un personaje que da bastante miedito porque es implacable y cruel, pero sus actos revelan que en el fondo es una víctima que sufre por toda la eternidad, y como la eternidad es mucha, en algo se tiene que entretener la muchacha. Es un personaje que en su día entregó su corazón de forma sincera a uno de los abuelos, pero éste la traicionó de mala manera, así que, en el fondo, las presuntas víctimas se lo tienen merecido, por cabrones. Alice Krige sabe combinar muy bien la dureza y la fragilidad de su personaje, reflejando su sufrimiento y sus ganas de putear los yayos. La expresividad de su rostro (con esos ojos abiertos como platos) también ayuda a ponerte nerviosito.
En fin, "Historia macabra" es una película curiosa y extraña que bebe de varios géneros para crear una obra única y perturbadora. Echadle un ojo si podéis, aunque es recomendable verla con los dos ojos abiertos.
Aquí os dejo el trailer del film, cortesía de Lottoman17.


Y aquí os dejo una de las escenas, cortesía de WSW55.


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