Clerks II

Clerks II (Clerks 2, 2006, USA)
Dirección: Kevin Smith
Productora: The Weinstein Company/View Askew Productions
Guión: Kevin Smith (y se nota)
Música: James L. Venable
Fotografía: David Klein
Género: Mezcla indigesta de comedia romántica y humor cafre y escatológico
Intérpretes: Brian O´Halloran, Jeff Anderson, Rosario Dawson, Jason Mewes, Kevin Smith
Sinopsis: 10 años después de la primera película, Dante Hicks y Randal Graves siguen trabajando en la misma tienda y por muchos años. Pero un día de estos la tienda sale ardiendo y a Dante no le queda otra que buscar un nuevo trabajo en una hamburguesería. No obstante, vientos de cambio soplan en la vida de Dante porque se va a mudar a Florida y se va a casar con una tía que está cañón. Pero como siempre hay un pero (si no la peli acabaría en el minuto 2) hay algo que retiene a Dante en Nueva Jersey: su jefa de la hamburguesería, Becky, que está más buena que el pan y además es una tía simpática. Ah, claro, y también están Jay y Bob el silencioso haciendo gansadas.

"Clerks 2" es la prueba viviente de cómo se puede morir de éxito. Pongámonos en situación: Al comienzo del siglo XXI, Kevin Smith quería darle un giro a su carrera y alejarse del cine friki que le hizo famoso. Por ello, Kevin realizó un film a modo de despedida titulado "Jay y Bob el silencioso contraatacan" (2001), prometiendo de verdad de la buena que nunca más volvería a utilizar a estos personajes, que éste era el final de una etapa y que las inquietudes del director iban por otro lado. Su siguiente película fue "Jersey Girl" (2004), un intento de hacer una película "seria" sin tanto humor escatológico ni tantas referencias frikis. ¿Y cuál fue el resultado? Obviamente, un FRACASO absoluto, porque si a Kevin Smith le quitas el humor cafre y las continuas referencias a la cultura popular ¿qué te queda? una comedia romántica cursi y empalagosa hasta la nausea. Por este motivo, la película no pudo atraer ni a los seguidores incondicionales de Kevin Smith ni a un público nuevo ávido de comedias románticas hollywoodienses. Y de esta manera tan guapa, Kevin Smith se encontró en una encrucijada vital: ¿Ahora qué hago? ¿soy fiel a mí mismo y sigo intentando hacer películas sin tanto humor cafre ni frikadas, o por el contrario doy marcha atrás y vuelvo otra vez al cine que hacía antes, del cual estaba harto? Como la pela es la pela, Kevin Smith no lo dudó ni un instante: que le den por culo al público potencial: sigo haciendo películas con pedos, sexo bizarro y referencias a Star Wars y así por lo menos tengo contento a mis legiones de fans, que son los que me pagan mi abultado sueldo. Y dicho y hecho, de la noche a la mañana, Kevin Smith tiró al retrete su maduración artística y sacó del olvido a Jay y Bob el Silencioso. Y cuando algún crítico gafapastas le preguntaba porqué "Jersey Girl" había sido un fracaso, Kevin, ni corto ni perezoso respondía: "la película era genial pero la gente estaba inmersa en la ruptura de Ben Afleck y Jennifer López". ¡Claro que sí, machote, quien no se consuela es porque no quiere!
La mayor virtud de Kevin Smith es también su mayor defecto: todas sus películas son iguales. Todas tienen un trasfondo sentimentaloide e infantil, al más puro estilo de John Hughes (famoso por "La chica de rosa"), con un montón de chistes guarros y frikadas varias para disimular la cursilería de un guión irreal e inmaduro. Los personajes no son creíbles, más que nada porque TODOS los personajes hablan con la voz de Kevin Smith, esto es, se pasan toda la película soltando discursos sacados de la mente del director, el cual sin duda padece un trastorno bipolar, ya que alterna la reflexión comedida con los exabruptos soeces y ordinarios. Por ello, los personajes no son ellos mismos, sino variantes mal disimuladas de las opiniones del director, que no se molesta en dar un trasfondo realista a sus personajes. Pero dejémonos de tonterías y de hipocresía, lo que más llama la atención de Kevin Smith es el uso indiscriminado del sexo, tanto en los diálogos (interminables como ellos solos) como en las situaciones, llegando a límites salvajes e irreverentes que son la marca de la casa del director, el cual habla sin tapujos de masturbaciones, auto-felaciones, zoofilia, bisexualidad, etc. El mayor mérito de Kevin Smith es que sus películas suponen un ataque constante a la hipocresía del puritanismo estadounidense. El mayor defecto de Kevin Smith es que esos ataques son artificiales, efectistas y están al servicio de una historia con un trasfondo conservador y puritano. O dicho de otra manera, a Kevin Smith se le va la fuerza por la boca: sí, mucho tono salvaje y deslenguado pero en todas sus películas prima la monogamia más castrante y convencional, camuflada de "amor verdadero". Jolín, pues sí que es trasgresor...
Entrando ya en harina, "Clerks 2" es bastante redundante como historia y también es bastante artificial como gamberrada irreverente. Ni siquiera cubre el cupo de frikadas, ya que sólo hay un par de menciones a Star Wars y a El señor de los Anillos. En fin, la peli le ha quedado un poco descafeinada al señor Smith, con dos o tres golpes de efecto y tira millas. Ni la presencia espectacular de Rosario Dawson salva al film de la mediocridad. Por cierto, la muchacha protagoniza una de las mejores escenas de la película, cuando se pone a bailar una canción de los Jackson Five, pero desgraciadamente a Kevin Smith no le bastaba con ver a mi Rosario danzando sensualmente, sino que también tuvo que añadir el zafio detalle de unos pechos dando brincos al son de la música. En cuanto al mensaje del film, no puede ser más conservador y norteamericano: el secreto de la felicidad es convertirse en el pequeño propietario de un negocio. En cuanto a chistes malos y groseros, de eso sí hay bastante, pero ya no sorprenden como al principio de su carrera, teniendo que recurrir a la zoofilia para llamar la atención y provocar un poquito de controversia (en la sala Bagdad de Barcelona hace años que se le han adelantado).
Y poco más hay que decir. "Clerks 2" supone un cobarde y poco original regreso a los orígenes por parte de Kevin Smith, que lejos de hacer una reflexión de su carrera, incide en lo peor de ella para divertimento de sus legiones de seguidores incondicionales, que a buen seguro disfrutaron muchísimo de esta peli. Yo, la verdad, es que no, pero no importa, porque hace tiempo que sé que las películas de Kevin Smith son chistes privados para sus fans.
Aquí os dejo el trailer del film, cortesía de mingchen.

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