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La llave del mal (The skeleton key, 2005, USA)
Dirección: Ian Softley
Guión: Ehren Kruger (en la portada pone que es el guionista de "The ring", así que será verdad...
Género: ¡Joder con el Judú!
Intérpretes: Kate Hudson, Gena Rowlands, John Hurt, Peter Sarsgaard
Sinopsis: Caroline es una muchacha muy buena (y que está idem) que se dedica a cuidar a enfermos terminales, pero al final acaba mu harta porque en el hospital son unos insensibles y cuando se muere la gente lo echan en un saco sin contemplaciones y a otra cosa, mariposa. Por eso Caroline se despide de su trabajo, pero como necesita la pasta para pagar sus estudios de enfermería decide cuidar a un enfermo (que al pobre le dio una embolia y no puede hablar) en una mansión perdida en los pantanos de Louisiana. Al poco tiempo, Caroline se huele la tostada de que algo raro pasa en la casa y se pone a curiosear, descubriendo que en el ático hay un montón de objetos raros relacionados con el judú (que es la versión cabrona del vudú). La principal sospechosa es la esposa del enfermo, pero ella no sabe no contesta...

"La llave del mal" parece una película muy seria, muy profesional y muy de cuello blanco y smoking pero en fondo no lo es tanto. Su puesta en escena sobria, su ritmo narrativo lento y pausado, la ausencia de grandes escenas de acción o la presencia de gente viejuna (Gene Rowlands y John Hurts) pueden hacernos pensar que estamos viendo una película muy filosófica y metafísica, muy de gente adulta, madura y sofisticada, porque algo que tiene el ritmo del caballo del malo no puede ser frívolo. Pero no, señoras y señores, la frivolidad y la simpleza tienen muchas caras y una de ellas es la pretenciosidad, y esta peli es un poquito pretenciosa, pero sólo un poquito, que conste, que la peli se puede ver con diversión porque tiene bastantes elementos del cine de terror serie B que paso a enumerarles. Para empezar tenemos a esa pedazo protagonista que está más buena que el pan, una Kate Hudson en todo su esplendor (con escenas en braguitas y en la ducha incluidas) que entretendrá a los machos alfa más reticentes a ver una película sin tiros ni hostias. Las motivaciones de su personaje son bastante endebles, enchufándonos un trauma familiar con el padre para justificar ese emperramiento por quedarse en la mansión para proteger al yayo. Después tenemos ese tratamiento superficial, gratuito y estereotipado del sur de los Estados Unidos, con sus negros supersticiosos y sus terratenientes sacados de lo que el viento se llevo, quedando todo muy tópico, a historia contada mil veces ya. Después tenemos el tema del polvo de ladrillo, que funciona como la cruz y los ajos contra los vampiros, y que se convierte en un recurso facilón para contrarrestar a los amigos del judú. Y por último tenemos ese final sorpresa, atípico y bastante espeluznante, que revela todos los misterios de la película de un sopetón y que demuestra que el film no es una obra maestra de sobriedad ni tensión, sino un juego de artificio o una bomba de relojería bien engrasada que al final hace un inteligente ¡pun!
Lo dicho: película de terror y misterio serie B (pero con un gran presupuesto) entretenida y resultona, con final sorpresa y tía potente, pero poco más. Se la recomiendo a todos aquellos que necesiten una excusa cultural para ver películas de terror, porque su fotografía y su guión con más trampas que una peli de chinos engaña bastante y da el pego de cultureta.
Aquí os dejo el trailer de la película, cortesía de TrailersTeca.


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